Salsa de tomate casera
¿Hay algo más rico para acompañar un plato de pasta, una lasaña o un arroz, que una buena salsa de tomate casera? Cuando era pequeña recuerdo que me encantaban los días que comíamos espaguetis en casa, aún cuando lo pienso se me viene el sabor de la salsa de tomate a la mente.
Esta receta es muy sencilla, y espero que te guste tanto como a nosotros en casa. Ten en cuenta que es algo que puedes hacer en grandes cantidades y congelarla para utilizarla después, y así tener siempre a mano una salsa casera, solo tienes que aumentar los ingredientes para tener más cantidad.
Ingredientes
- 2 kilos de tomates rojos
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento verde
- 1 cucharada de pimentón dulce
- Azúcar
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva
Un consejo, si tienes prisa y quieres hacer la salsa más rápido, puedes utilizar latas de tomate triturado que venden en los supermercados, así te ahorras el tiempo de limpiar los tomates.
Elaboración
- Lo primero que tienes que hacer es picar el ajo, la cebolla y el pimiento en trozos muy pequeños. Pon un chorrito de aceite de oliva en una olla y pon a sofreír todo eso durante unos diez minutos, hasta que veas que la cebolla ya está transparente.
- Ahora es el momento de poner los tomates, deben estar pelados y sin pepitas, cortados en trozos pequeños.
- Añade el pimentón dulce y una pizca de azúcar para corregir la acidez del tomate y deja cocinar a fuego medio, removiendo de vez en cuando durante más o menos una hora, hasta que el líquido haya desaparecido y la salsa haya tomado consistencia.
- ¡Listo! Puedes dejarla así, tal cual está si te gusta encontrar trozos de verdura, o puedes triturarla y dejarla suave y cremosa.
Espero que te guste, y que la utilices mucho en tus platos. Pocas cosas son mejores que una salsa casera.
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